En cada época el “modo de producción” representa un momento necesario y perfectamente justificado. Conforme a su estructura dialéctica, cada momento es más que él mismo, contiene en sí mismo su propia negación. Tal oposición se hace manifiesta en la lucha de clases. Empero, como se ha visto anteriormente, el procesos histórico no es una marcha sin fin, sino que tiene como telos un momento decisivo y último.

Para el marxismo la última forma antagónica de la vida humana en su proceso de producción es la burguesía, el mundo burgués, es decir, las relaciones burguesas de producción. Cuando se supere la forma burguesa de producción se superaran todas las oposiciones y se llegará a la sociedad perfecta.

En el pensamiento marxista las fuerzas productivas que se desarrollan dentro de la sociedad burguesa brindan las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. De tal manera que, en palabras de Marx, «con esta forma social se cierra la prehistoria de la civilización humana». El modo de producción burgués dará paso a una nueva estructura de relaciones de producción: el comunismo.

En la sociedad comunista se supera la alienación, desaparecerán las clases y en ella el hombre podrá realizar efectivamente su esencia.

El mundo burgués es un mundo lleno de contradicciones internas y entre ellas se destaca la división entre las dos clases sociales fundamentales, la burguesía y el proletariado. Será pues, el proletariado quien desplaze a la sociedad burguesa a través de la revolución comunista la cual, según el marxismo, no puede dejar en la servidumbre a ningún grupo social porque no hay otra clase que esté por debajo del proletariado.

En  suma, para Marx la historia tiene un desarrollo dialéctico que resulta de las contradicciones inherentes al curso histórico mismo; además tiene un telos pensado ideológicamente, al igual que Hegel, que el hombre llega al pleno conocimiento de su propia esencia y a la libertad.

Puntualizando, para Marx “la historia es el proceso de alienación y marcha hacia su supresión, el proceso cuya meta es la organización racional de la vida humana en plena libertad” [1]

marx comunist colors
Imagen tomada de la web.

Aclaraciones finales.

El estudio sobre Karl Marx presentado aquí es tan sólo un estudio general del pensamiento filosófico del filósofo en cuestión, no pretende ser un estudio totalizador pero sí tiene el objetivo de señalar los conceptos claves del sistema filosófico marxista.

Habrá quedado, sin dudas, una deuda con el análisis de la aportación de Engels a todo la exposición anterior. Así pues, se opto por hacer un estudio, en otra ocasión, exclusivamente sobre Friedrich Engels.

De la misma manera se pretenderá también hacer un estudio complementario de la que se dice es la obra más importante de Marx: El Capital. Conscientes de que el estudio de esta obra merece un espacio, se intentara realizar un estudio exclusivo de esa obra, quedando pendiente por el momento.

Por último, nos gustaría señalar que las entradas se reeditaran según se crea conveniente. Esto con la finalidad de actualizar el contenido constantemente aceptando las críticas, juicios y opiniones que podamos recibir en el intento de construir un conocimiento sólido del pensamiento de Karl Marx, filósofo que consideramos de gran importancia estudiar por el  gran aporte que en vida hizo al pensamiento y la civilización mundial.


Referencias.

[1] Carpio, 2004.


Bibliografía.

CARPIO, Adolfo P. Principios de filosofía, una introducción a su
problemática. Glauco, Buenos Aires, 2004.

LEFEBVRE, H. El marxismo. EUDEBA, Buenos Aires, 1961.

LENIN, V. I. Carlos Marx. Marxist Internet Archive, 2000.

MARX, C. Introducción a la Crítica de la filosofía del derecho de
Hegel. Html, Rodrigo Cisterna, 2014.

MARX, C. Manuscritos, Economía y Filosofía. Alianza, Madrid, 1980.

Marx, C. & ENGELS, F. La ideología alemana. Ed. Grijalbo, Barcelona,
1970.

MARX, C. & ENGELS, F. Obras escogidas tomo I. Progreso, Moscú, 1980.

MARX, C. & ENGELS, F. Obras escogidas tomo II. Progreso, Moscú, 1980.

MARX, C. & ENGELS, F. Obras escogidas tomo III. Progreso, Moscú, 1980.

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