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Iniciamos ahora el estudio de un tercer tipo de pensamiento. Después de la idea y el juicio, toca su turno al raciocinio.

El raciocinio psicológico. Razonar es obtener nuevos conocimientos a partir de los ya adquiridos. El razonamiento o raciocinio, considerado como una operación psíquica, consiste en avanzar más allá de los datos que nos proporciona la inteligencia sensible, la simple aprehensión y el juicio, y encontrar nuevas verdades, utilizando como trampolín o baso los conocimientos adquiridos en ese primer momento.

La inteligencia es capaz de inferir o descubrir nuevas verdades combinando las previamente conocidas. El acto de razonar esta en ese esfuerzo mental por el cual un sujeto se ingenia para hallar la respuesta a un problema dado. Esta operación y su modo interno de realización pertenece al estudio de la Psicología.

El acto de razonar consiste, pues, en pasar de ciertos antecedentes a un consecuente,o bien, de ciertas premisas a una conclusión.

El raciocinio lógico. De la misma manera, el pensamiento llamado raciocinio lógico está compuesto de antecedente y consecuente (o bien, de premisas y conclusión; de datos y respuestas). Tanto el antecedente como el consecuente se expresan en forma de juicios. Por tanto, así el juicio esta compuesto de ideas, a su vez, el raciocinio (lógico) está compuesto de juicios.

Lo típico en este pensamiento, es, pues, la ilación o nexo necesario entre antecedente y consecuente. Dicha ilación o nexo necesario suele expresarse con las palabras: por tanto, luego, en consecuencia, etcétera.

La argumentación. Para expresar un raciocinio al exterior es necesario el uso de proposiciones. Las proposiciones concatenadas forman una argumentación, que es en definitiva, la expresión externa del raciocinio lógico.

En resumen: cuando razonamos o efectuamos la operación llamada raciocinio psicológico, producimos mentalmente un pensamiento llamado raciocinio lógico, el cual, expresado al exterior, sea en forma oral o escrita, toma el nombre de argumentación.

Raciocinio deductivo e inductivo. Se han distinguido clasicamente dos tipos de raciocinio (y, por ende, también de argumentación): el raciocinio deductivo y el raciocinio inductivo, que también se llaman de forma más sencilla, deducción e inducción, respectivamente.

Mientras la deducción va de lo universal a lo particular, la inducción es el proceso inverso, va de lo particular a lo universal.

Es inducción el raciocinio por el cual se han descubierto las leyes universales de la Física, la Química y la biología. Es decir, a partir de la observación de muchos casos particulares, se infirió la ley universal. En cambio, cuando se aplican esas leyes universales a los casos singulares y se obtienen respuestas concretas y particulares, el raciocinio efectuado se llama deducción.

Notas y referencias.

Lógica conceptos fundamentales (Raúl Guiérrez Sáenz)

Investigaciones lógicas. (Edmund Husserl)

Un comentario en “El raciocinio.

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