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La definición de verdad.

A nosotros, como filósofos, nos interesa primordialmente lo que llamamos tradicionalmente verdad lógica. Consiste en la adecuación de la mente con la realidad. La falsedad, por el contrario, es la falta de adecuación de la mente con la realidad. Nuestros juicios son, o verdaderos o falsos.

El raciocinio se compone de juicios; por tanto, debe analizarse la verdad en cada uno de ellos. La verdad de la conclusión depende de la verdad de las premisas y de la forma correcta del raciocinio.

Por otra parte la verdad moral es la adecuación de las palabras con el pensamiento. Lo contrario es la mentira. Esta noción y toda realidad psicológica y moral que involucra pertenece, naturalmente, al estudio de la Ética.

También tenemos la verdad ontológica (o metafísica). Consiste en la adecuación de la cosa con la mente divina. O también es la adecuación de la cosa con la idea ejemplar de ella.

Estos tres analogados de verdad (verdad lógica, verdad moral y verdad ontológica) pueden verse íntimamente relacionados.

Diferente concepciones sobre la verdad lógica.

El concepto de verdad lógica del que tratamos es propio de la filosofía tradicional (aristotélico-tomista). Santo Tomás lo explica en su opúsculo De Verítiate, y en la Suma Teológica. Pero existen otras nociones sobre la esencia de verdad, que merecen su estudio y confrontación con el concepto tradicional.

Kant y los idealistas.

Kant y los idealistas asientan que la verdad es el acuerdo de los pensamientos consigo mismos, o con las leyes de la razón. Para que los pensamientos sean verdaderos basta que haya coherencia entre ellos, que no se destruyan unos a otros.

Durkheim y el Sociologismo.

Sostienen que la verdad consiste en el acuerdo de todos los hombres entre sí. El consentimiento universal se vuelve la condición y esencia de la verdad.

William James y el pragmatismo.

Según William James y el pragmatismo la verdad reside en el valor práctico de una proposición. Si una teoría tiene éxito en la practica, entonces podemos darla como verdadera. El pragmatismo puede aplicarse en algunos tipos de verdades, como en las hipótesis cuya comprobación depende de la experiencia sensible. Pero hay verdades que jamas se podrán comprobar sensiblemente como son las de la Metafísica y las de la Ética.

Conclusión.

En fin, la verdad es el alimento de la inteligencia. Esta facultad está hecha para que el hombre se trascienda así mismo y viva en íntima fusión con el mundo que lo rodea. Es decir, el mundo posee la cualidad de ser asimilable para el hombre y, por tanto manejable y utilizable. Solo así se comprende lo dicho por los existencialistas al afirmar que el hombre considerado íntegramente es: «ser-en-el-mundo«.

Notas y referencias.

«La definición tradicional de la verdad no implica una comparación del pensamiento con la realidad, sino que la inteligencia capta que al formular el juicio no hizo otra cosa sino que obedecer las exigencias de la realidad que se manifiesta en la simple aprehensión y en el conocimiento de lo sensible.

«Heidegger insiste en una noción de verdad un tanto diferente. Para él la verdad es alétheia, o sea, develamiento del ser. Este concepto viene desde los griegos; pero, según crítica Heidegger, fue olvidado en aras de un intelectualismo que colocó a la verdad en la mente, y en aras de un teologismo que colocó a la verdad en Dios. Contra esto podemos decir que, si bien es cierto que la adecuación de la mente con la realidad supone un develamiento del ser, este develamiento no es la esencia de la verdad, sino su condición previa. El error aquí es opuesto al pragmatismo. Éste pretende definir la verdad por una consecuencia de ella, mientras que Heidegger pretende hacerla consistir en su condición de posibilidad.

-Verdad, conocimiento y ser (Sergio Rábade Romeo)

-El valor de la verdad y otros estudios. (J. García López)

-M.Heidegger: op. cit., 1962, pp. 235-248.

-Lógica Conceptos fundamentales (Raúl Gutiérrez Sáenz)

 

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